viernes, 10 de octubre de 2014

organo

El olfato es el sentido encargado de detectar y procesar los olores. Es un quimiorreceptor en el que actúan como estimulante las partículas aromáticas u odoríferas desprendidas de los cuerpos volátiles, que ingresan por el epitelio olfatorio ubicado en la nariz, y son procesadas por el sistema olfativo.
La nariz humana distingue entre más de 10 000 aromas diferentes.
Las sustancias odorantes son compuestos químicos volátiles transportados por el aire. Los objetos olorosos liberan a la atmósferamoléculas que percibimos al inspirar. Estas moléculas alcanzan la mucosa olfativa, que consta de tres tipos característicos de células: las células olfativas sensoriales, las células de sostén y las células basales, que se dividen aproximadamente una vez al mes y reemplazan a las células olfativas moribundas. Los 20 o 30 millones de células olfativas humanas contienen, en su extremo anterior, una pequeña cabeza con cerca de 20 pequeños filamentos sensoriales (cilios). El moco nasal acuoso transporta las moléculas aromáticas a los cilios con ayuda de proteínas fijadoras; los cilios transforman las señales químicas de los distintos aromas en respuestas eléctricas.
Las prolongaciones nerviosas de las células olfativas alcanzan el bulbo olfatorio a través de micro-orificios del cráneo; el bulbo es una porción anterior del cerebro, que se ocupa de la percepción de los olores. Estas prolongaciones nerviosas terminan en los glomérulos, pequeñas terminaciones de células olfativas de forma esférica donde se procesan las señales aromáticas que luego son conducidas por células receptoras especiales. La información llega primero al sistema límbico y al hipotálamo, regiones cerebrales ontogenéticamente muy antiguas; responsables de las emociones, sentimientos, instintos e impulsos, tales regiones almacenan también los contenidos de la memoria y regulan la liberación de hormonas. Por este motivo, los olores pueden modificar directamente nuestro comportamiento y las funciones corporales. Sólo más tarde parte de la información olorosa alcanza la corteza cerebral y se torna consciente.]

          Enfermedades olfativas

  • Hiposmia es la reducción de la capacidad de detectar los olores.
  • Anosmia es la pérdida del olfato. Uno de los primeros síntomas en su detección es que las personas que la padecen no sienten el sabor de sus comidas y encuentran toda sustancia insípida (sin sabor), por la conexión que posee el sentido del gusto con el olfato. Suele ocurrir por trastornos químicos y, generalmente, por traumatismos craneales.
  • Sinusitis ocurre cuando la mucosa de los senos paranasales se inflama y los residuos de polvo en la nariz quedan atrapados en los senos paranasales, produciendo malos olores al dejar salir paulatinamente estos desechos, está acompañada de dolor en la cabeza.
Algunos de sus síntomas son fuertes dolores de cabeza y fluido constante de secreciones purulentas. Usualmente se manifiesta cuando despreocupamos un resfrío.
  • Rinitis afecta a la mucosa nasal y dependiendo de la época, puede ser un síntoma de alergias (si ocurre en primavera, puede revelar alergias al polen o al polvo). Ocasiona estornudos, obstrucción, secreciones nasales y, a veces, falta de olfato.
  • Pólipos son tumores que aparecen en las membranas de las mucosas irritadas, generalmente por resfriados frecuentes. Cuando estos obstruyen la fosa nasal o producen dolor, deben ser extraídos mediante una intervención quirúrgica.
Es posible observar, a grandes rasgos, tres grupos de daños al olfato: daños químicos, cambios del tejido y daños físicos.
  • Los daños químicos se deben a factores exógenos en este caso a productos químicos que pueden producir efectos temporales o permanentes, tal es el caso de respirar vapores corrosivos.
  • Los cambios del tejido se pueden deber a enfermedades, atrofia, etc.; es decir, factores endógenos.
  • Los factores físicos incluyen el daño mecánico, (operaciones) y alteraciones en el cerebro por golpes.
Los factores que suelen desencadenar una enfermedad en el olfato son, principalmente, infecciones en los senos paranasales, trastornos hormonales y problemas dentales, además de la exposición a agentes químicos.
Existe un concepto interesante llamado fatiga olfativa, el cual consiste en que, tras cierto tiempo en presencia de un tipo de olor, dejamos de percibirlo. Es de tomarse en cuenta para evitar accidentes, especialmente con el gas que lleva mercaptanos para detectar su presencia.









Cúales son los tratamientos indicados ante la pérdida del sentido del olfato?



Escrito por Beth Wankel | Traducido por Nicolás Arellano

 


Si has perdido tu sentido del olfato, es posible que lo puedas recuperar.
Human nose macro shot image by Gleb Semenjuk from Fotolia.com
La pérdida del sentido del olfato se denomina anosmia. La anosmia puede ser causada por una serie de factores, como un traumatismo en la nariz, la inhalación de un químico, el fumar, las alergias, cierto tipo demedicamentos, la deficiencia de zinc, las infecciones, los tumores, los pólipos y cierto tipo de enfermedades. En la mayoría de los casos, se puede tratar. Si piensas que sufres de anosmia, habla con tu médico.


 Cirugías:

A veces es posible que los pólipos en los senos nasales causen anosmia. Si es así, tienes que quitártelos con una operación. Es probable que tu olfato regrese después de la cirugía. Ocasionalmente, son los tumores lo que causan anosmia, que pueden tratarsee con una operación o bien con radiación. El sentido del olfato a menudo no se recupera después de una cirugía donde se extirpa un tumor.


Amígdala faríngea:

Las amígdalas faríngeas, también llamadas tonsilas faríngeas, adenoides o vegetaciones, son dos masas de tejido linfoide situadas cerca del orificio interno de las fosas nasales, en el techo de la nasofaringe, justo donde la nariz se une con la boca. Forman parte de las amígdalas.